En medio de discursos que ensalzan la igualdad y la justicia laboral, la realidad en nuestro país plantea interrogantes inevitables. ¿Está el Estado cumpliendo su responsabilidad de ser un ejemplo en el respeto a los derechos laborales?, ¿Qué tan cerca o lejos estamos de convertirnos en un referente internacional de implementación de principios OIT en el empleo Público en Colombia?

Como Confederación Central CTU – USCTRAB comprometidos con la promoción de los derechos laborales en Colombia, no podemos pasar por alto el papel fundamental que desempeña el Estado como el mayor empleador en el país. Actualmente dentro de la nómina estatal encontramos más de 1.3 millones de trabajadores, trabajadoras del sector público, esto debe ser un faro que ilumine el camino hacia el Trabajo Digno y Decente, en línea con los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La OIT, con su rica historia y compromiso inquebrantable con la justicia laboral, establece principios fundamentales que deben regir el mundo del trabajo. Estos principios incluyen la igualdad de oportunidades, la no discriminación, la seguridad laboral y el respeto a la dignidad de las, los trabajadores. Pero, ¿cómo se reflejan estos principios en el empleo público colombiano?

La Negociación Colectiva Estatal es una oportunidad para realizar un diagnóstico en materia de condiciones laborales en el sector público en el país, al analizar el último pliego de solicitudes radicado por la Confederación CTU – USCTRAB en este espacio de diálogo social a Presidencia de la República, Ministerio del Trabajo y Función Pública, encontramos que sus solicitudes dan razón a las principales enfermedades del empleo público, donde persisten problemáticas significativas que deben abordarse para que el Estado se convierta en un verdadero ejemplo de trabajo digno y decente.

Entre las principales problemáticas se encuentran la Inequidad Salarial, la brecha salarial existe incluso si comparamos la asignación mensual entre funcionarios, funcionaras de diferentes entidades, con las mismas características de formación y rango profesional donde el estado es el empleador; también la desigualdad entre el sector público y privado es evidente. Aunque estamos de acuerdo que los empleados públicos deban recibir salarios competitivos para atraer talento, esta brecha a menudo se percibe como injusta y genera tensiones.

Por otro lado, la inestabilidad laboral es una preocupación constante para muchos empleados públicos, especialmente para aquellos contratados de manera temporal o por prestación de servicios. Esto afecta la planificación a largo plazo y la seguridad financiera de las familias y el funcionamiento del estado.

Mientras los nuevos profesionales tienen como desafío una inmediata vinculación laboral, el nepotismo y corrupción en la contratación y promoción dentro del sector público socavan la confianza en las instituciones gubernamentales y comprometen la igualdad de oportunidades y la meritocracia.

Sin olvidar la necesidad urgente de ampliación de plantas al interior del estado, insistencia de nuestra organización sindical, teniendo en cuenta que la sociedad colombiana ha crecido y las entidades del Estado son insuficientes para satisfacer las necesidades y demandas de esa sociedad en constante expansión, trayendo como consecuencia la sobrecarga laboral y la afectación en el cumplimiento de la misionalidad del estado al ser garante de servicios y derechos.

Es fundamental que el Estado Colombiano asuma el ritmo de su responsabilidad estatal con mayor rapidez en espacios de diálogo social, concertación y negociación colectiva, dónde las exigencias de la Confederación quién desempeñan un papel activo y esencial en la promoción de condiciones de trabajo dignas y decentes en el sector público y en la sociedad en su conjunto, por medio de procesos de negociación, la defensa de derechos, la participación en políticas públicas y la movilización, donde el diálogo pluralista, descentralizado lleven a construir un camino para que por primera vez, el Estado se convierta en un referente de trabajo digno y decente, de acuerdo con los principios de la OIT.

Por:

Leuman Carrillo

Periodista CTU-USCTRAB

@Leumancarrillo